¿Es seguro añadir ajo en la alimentación de los perros? Niveles de toxicidad y efectos del tipo de procesado
Resaltan la necesidad de precaución al utilizar ajo en la alimentación canina y exigen más investigación para establecer niveles de toxicidad
El ajo (Allium sativum) es una de las especias cultivadas y plantas medicinales más antiguas utilizadas en la alimentación humana. Gracias a sus propiedades beneficiosas para la salud, como sus efectos antibacterianos, antiparasitarios, antioxidantes e inmunoestimulantes, se utiliza ampliamente no solo en la cocina, sino también en la medicina, ya que refuerza la resistencia general del organismo. Por este motivo, el ajo se consume con frecuencia en la dieta humana, y su popularidad ha impulsado su uso en la alimentación animal. El mercado de aditivos para piensos ofrece numerosos productos con ajo para perros y gatos, disponibles en diversas presentaciones como gránulos, polvos y extractos. Los fabricantes suelen destacar las supuestas propiedades beneficiosas del ajo para la salud, como sus beneficios para el sistema digestivo, la inmunidad y la protección contra parásitos. Sin embargo, a menudo se omite información sobre la posible toxicidad de este ingrediente y no se especifican con precisión las dosis de ajo incluidas en las preparaciones.
Sin embargo, existen evidencias que confirman los efectos tóxicos del ajo en ciertas especies animales. La toxicidad del ajo se asocia a la presencia de compuestos organosulfurados específicos (es decir, tiosulfatos y sulfuros), así como a ésteres sulfurados potencialmente dañinos.
Estos compuestos inducen daño oxidativo a las membranas de los eritrocitos y provocan la desnaturalización de la hemoglobina. Se forman cuerpos de Heinz (inclusiones producidas por la desnaturalización y precipitación de la hemoglobina adherida a la membrana eritrocitaria) y excentrocitos (eritrocitos con hemoglobina localizada de forma excéntrica debido al daño oxidativo de la membrana), los cuales son eliminados rápidamente de la circulación, lo que produce hemoglobinemia y hemoglobinuria. La gravedad del daño oxidativo, incluyendo la formación de cuerpos de Heinz y excentrocitos, depende de la dosis y es específica de cada especie debido a las diferencias en el metabolismo eritrocitario y la actividad de las enzimas antioxidantes.
Toxicidad del ajo en la alimentación de los perros
Según el informe anual del Servicio de Información Toxicológica Veterinaria (VPIS), las plantas del género Allium fueron la cuarta causa más frecuente de intoxicación en los animales incluidos en el informe. En perros, sin embargo, la toxicidad por cebolla (Allium cepa) fue la más frecuente.
Los signos clínicos de intoxicación por ajo incluyen manifestaciones gastrointestinales, hematológicas y sistémicas (p. ej., letargo, vómitos, anemia, ictericia). El tratamiento de la intoxicación por ajo es inespecífico y principalmente sintomático. No existe antídoto conocido y la terapia de apoyo con antioxidantes ofrece beneficios limitados. En los casos más graves, pueden ser necesarias transfusiones de sangre y oxigenoterapia.
Según la Federación Europea de la Industria de Alimentos para Mascotas (FEDIAF), se observaron efectos tóxicos en perros tras la administración de 1,25 ml de extracto de ajo por kg de peso corporal, lo que equivale aproximadamente a 5 g/kg de peso corporal de ajo fresco administrado diariamente durante siete días. Esta dosis es comparable a las cantidades reportadas en casos de intoxicación por cebolla.
Si bien el ajo se incluye comúnmente en aditivos comerciales para piensos, los datos sobre su dosis segura para animales de compañía son inconsistentes y, a menudo, las concentraciones reales utilizadas en estos productos no se divulgan. Esto genera una importante laguna de conocimiento respecto al equilibrio entre los posibles beneficios y riesgos para la salud.
Diferentes formas de ajo y concentraciones
La hipótesis de un estudio realizado en Polonia fue que el ajo, dependiendo de su forma y concentración, puede ejercer un efecto oxidativo dosis dependiente sobre los eritrocitos caninos, lo que conduce a la formación de cuerpos de Heinz y otros cambios hemolíticos. Para abordar esta cuestión, el objetivo fue determinar, en condiciones in vitro, los efectos de extractos de diferentes formas de ajo y concentraciones de ajo granulado sobre los eritrocitos aislados de sangre canina.
En la primera fase, se compararon los efectos de diferentes formas de ajo (fresco, seco y granulado), mientras que en la segunda fase se evaluó el impacto de concentraciones crecientes de ajo granulado.
La incubación de eritrocitos caninos con extractos de ajo produjo un aumento en la formación de cuerpos de Heinz dependiente de la dosis y la forma del extracto. De las tres formas analizadas, el extracto de ajo granulado mostró el efecto más marcado, con aproximadamente un 15,0 ± 2,5 % de eritrocitos que contenían cuerpos de Heinz, en comparación con un 5,0 ± 1,7 % tras la incubación con extracto de ajo fresco y valores cercanos a los del grupo control en el grupo de ajo deshidratado.
En la segunda parte del estudio, utilizando diferentes concentraciones de ajo granulado, el extracto a 0,20 g/mL causó la formación de cuerpos de Heinz en el 7,5 ± 1,0 % de los eritrocitos, mientras que el extracto a 0,10 g/mL indujo cambios en el 4,0 ± 1,6 % de las células. Las muestras de control mostraron solo 0,3 ± 0,3 % de cuerpos de Heinz, lo que fue aproximadamente 25 veces y 12 veces menor que los tratamientos de 0,20 g/mL y 0,10 g/mL, respectivamente.
Efectos tóxicos del ajo sobre los eritrocitos caninos
“Los resultados del presente estudio confirman que el ajo presenta posibles efectos tóxicos sobre los eritrocitos caninos, en consonancia con informes previos”, indican. “Nuestro experimento in vitro demostró que la forma de presentación del ajo influye significativamente en su potencial hemolítico”. El ajo granulado y deshidratado provocó una mayor proporción de eritrocitos dañados y cuerpos de Heinz que el ajo fresco, que solo produjo cambios leves. Estos hallazgos sugieren que el procesamiento tecnológico puede alterar el perfil químico del ajo o aumentar la biodisponibilidad de sus componentes tóxicos, potenciando así el daño oxidativo a los glóbulos rojos.
“Este estudio in vitro demostró que el ajo, en todas sus formas analizadas, se asoció con daño a los glóbulos rojos caninos, siendo las preparaciones secas y granuladas las que ejercieron efectos hemolíticos más intensos que el ajo fresco”, han añadido. Los resultados sugieren que el procesamiento podría aumentar la toxicidad del ajo al incrementar la reactividad de sus compuestos nocivos. Si bien estos hallazgos no pueden extrapolarse directamente a condiciones in vivo, “resaltan la necesidad de precaución al utilizar ajo en la alimentación canina y exigen más investigación para establecer niveles de ingesta seguros”, concluyen.
Fuente: https://www.diarioveterinario.com/t/5657645/seguro-anadir-ajo-alimentacion-perros-niveles-toxicidad-efectos-tipo-procesado?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=Newsletter%20www.diarioveterinario.com










